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miércoles, 14 de septiembre de 2016

Fe de Apolo



Crece, ¡y al fin llegó la mañana!,
pero no alumbra el Sol.
Tanto esforzar la fe para nada,
“Si la altura no se ve” – eso lo enfada.

Triste, camina apesadumbrado,
¡tanta la oscuridad!
Aunque la diestra abraza alguna nube,
“No es tan glorioso así” – piensa, y no sube.

No es importante, ser rey no gobernante.
No es meritorio brillar sin auditorio.
No es emergente fundar sin ver la gente.
No es recordado sin testigos ni jurados.

Teme perder el tiempo de gloria,
¡y no aparece el Sol!
Fue silenciado tal, por ambicioso,
no es sano calcular vivir glorioso.

Es arrogante sentirse tan brillante.
Es peligroso pisar tan orgulloso.
Es repugnante autoproclamarse grande.
Lástima Apolo, que debe morir solo.
2013



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