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martes, 20 de agosto de 2013

Existir es un milagro



El tiempo es el bien más preciado que tienes...Es una idea que me persigue, duele que tantos trabajen para que tu atención termine en temas insustanciales, la magia está  en aprovechar el milagro de existir.


miércoles, 7 de agosto de 2013

Santiago Feliú opina sobre relación entre cultura y rentabilidad


La educación espiritual de los que nacimos en la década del ochenta no hubiera sido igual sin las canciones  de Ansias del Alba, Futuro inmediato o La ilusión.
Santiago Feliú. Sin dejar de atrincherarse a las puertas de la fe, sus grandes obras — surgidas sobre todo en aquellos años— salieron a recorrer los escenarios de las vidas de una buena parte de nuestra generación , las tramas de sus ausencias, sus cruzadas internas, y los desgarramientos que se desprendieron de sus búsquedas personales; todo ello recuperando la belleza de la oscuridad, una árida e inspiradora belleza que solo comprenden quienes han vivido al límite, en cualquier rincón del mundo, temas como
Sus textos no han sido nunca música para camaleones. Son obras que denotan la personalidad de un artista con un credo muy bien definido, con una muy personal postura creativa (e ideológica) que no varía ni un ápice, ni cambia de acera para instalarse cómodamente bajo las luces de la popularidad. En verdad, sus temas rescatan la coherencia de la canción de autor, mantienen en pie la poesía de la generación hippie, el espíritu de los graffitis impregnados en los muros de la Sorbona en mayo del 68, las miles de batallas que llevan sobre sí los movimientos sociales latinoamericanos y profundizan en los primeros aportes del proyecto revolucionario cubano.
Sin ceder al empuje de un contexto empeñado en convertir, a los músicos como él, en lobos solitarios que sobreviven en medio de una pradera desértica, Santi va por ahí con su guitarra dialogando con esa realidad que nos circunda y dando cuerpo a discos que deberían ocupar un puesto cimero en el refugio de los que ven el arte como un testimonio vivo y palpitante de la sociedad.
Hace tres años el trovador presentó su más reciente álbum en el Teatro Nacional. Ay la vida volvió a ser un conciso resumen de las interioridades de un artista que decidió mantener una exquisita confrontación con sus fantasmas (y los nuestros, cómo no) y seguir pensando en construir un mejor país a través de todo lo que pueda aportar el arte. Luego de varios años no tiene ninguna premura por encerrarse en el estudio. "Siempre buscaré hacer un disco nuevo, solo que no sabré cuando lo tendré listo y mucho menos cuando se editará. Sigo viendo el disco como una obra de arte y no como un producto comercial, soy un compositor de rachas, voy a mi aire. Además, uno aprende a cantar en los escenarios, a madurar la interpretación y mis canciones son reflexivas. Así que, como nunca estuve ni estaré de moda, puedo darme el lujo de sacarle el jugo total a cada disco", dice Santiago al iniciar la entrevista con este redactor. Aunque no deja entrever cuando pondrá en libertad un nuevo material, sí se permite correr el velo de uno de sus proyectos "inmediatos". "Estoy enchufado en hacer un disco solo con la guitarra, porque nunca lo hice y es mi esencia, así que me lo debo y en eso estoy. De cualquier manera creo que debe salir a mediados del próximo año", confiesa este músico nacido en La Habana un día de marzo del 62.