"Una pincelada escrita por mi hijo más pequeño...No se pierdan el final"...
En cierta
ocasión se me presentó la oportunidad de ir a un campamento de pioneros, no
sabía que iba a hacer. Estaba emocionado en el momento que me dieron la
noticia, perdí el control, salté para arriba de la mesa y comencé
a bailar. El
notición me lo dieron en la escuela, estaba en el turno de Matemáticas...
Lugar en Cuba que merece ser explorado |
La maestra
salió del aula y comenzamos la acostumbrada gritería: la fiesta. Aunque delante
de la maestra yo me hacía el bueno, un niño que se paraba en la puerta a vigilar avisó que la profe se había ido a la
dirección, me levanté, de pronto todos hicieron silencio y me puse delante de
la pizarra dije:
-Por favor no se peleen.
Con la misma
rapidez con que se hizo silencio todos volvieron a su habitual escándalo y de
nuevo a mi asiento. Cuando el ambiente ya estaba fuera de control golpee la
mesa y luego de mi cuaderno arrojé una hoja de papel al aire pues esa era la
señal y pocos segundos después que todos se acomodaran apareció por la ventana
la maestra con un documento y comenzó a decir nombres:
-Nelson, Gabi, Ernesto...
- Y Daniel vengan conmigo.
Nos paramos en
el balcón (pues mi aula está en la segunda planta) y nos mencionó:
- Ustedes irán a la competencia del campamento Turrón.
Lo que pasó
luego ya ustedes lo saben, bailé tanto que al medio día los zapatos rogaban por
compasión. La maestra me dijo que debía ir al otro día a la parada a esperar el
bus. Cuando llegué al lugar acordado abordé el vehículo y en menos de una hora
ya estaba en la instalación.
Cuando llegué
el profesor que me recibió me llevó a mi tienda y me dijo:
-A las 2:00pm debes ir al árbol grande de allá.
Me acomodé en la estancia, tomé una soga
y partí a explorar. Salí del recinto, enlace un árbol y comencé a subir una colina cercana, la soga de pronto
se partió pero yo no claudiqué y seguí mi rumbo, sentí un dolor en el brazo y
alguien desde abajo me gritaba y sin más aviso: caí.
Abrí los ojos
y estaba tirado en el piso, la silla tumbada sobre mi brazo, los libros caídos,
y yo en medio del turno de Historia me había dormido.
jajajaja,vaya cansancio el del chico !!
ResponderEliminarLindo de Verdad...
ResponderEliminartremendo "totazo".....solo cuando soñamos es que recordamos que estamos vivos y se va esa muerte que es estar vivos
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