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jueves, 21 de junio de 2012

“Excursión dentro del aula”


   "Una pincelada escrita por mi hijo más pequeño...No se pierdan el final"...                                                    

   En cierta ocasión se me presentó la oportunidad de ir a un campamento de pioneros, no sabía que iba a hacer. Estaba  emocionado en el momento que me dieron la noticia, perdí el control, salté para arriba de la mesa y comencé a  bailar. El notición me lo dieron en la escuela, estaba en el turno de Matemáticas...
Lugar en Cuba que merece ser explorado
   La maestra salió del aula y comenzamos la acostumbrada gritería: la fiesta. Aunque delante de la maestra yo me hacía el bueno, un niño que se paraba en la puerta  a vigilar avisó que la profe se había ido a la dirección, me levanté, de pronto todos hicieron silencio y me puse delante de la pizarra dije:
-Por favor no se peleen.

   Con la misma rapidez con que se hizo silencio todos volvieron a su habitual escándalo y de nuevo a mi asiento. Cuando el ambiente ya estaba fuera de control golpee la mesa y luego de mi cuaderno arrojé una hoja de papel al aire pues esa era la señal y pocos segundos después que todos se acomodaran apareció por la ventana la maestra con un documento y comenzó a decir nombres:
-Nelson, Gabi, Ernesto...
- Y Daniel vengan conmigo.
  Nos paramos en el balcón (pues mi aula está en la segunda planta) y nos mencionó:
- Ustedes irán a la competencia del campamento Turrón.
   Lo que pasó luego ya ustedes lo saben, bailé tanto que al medio día los zapatos rogaban por compasión. La maestra me dijo que debía ir al otro día a la parada a esperar el bus. Cuando llegué al lugar acordado abordé el vehículo y en menos de una hora ya estaba en la instalación.
   Cuando llegué el profesor que me recibió me llevó a mi tienda y me dijo:
-A las 2:00pm debes ir al árbol grande de allá. Me  acomodé en la estancia, tomé una soga y partí a explorar. Salí del recinto, enlace un árbol y comencé a  subir una colina cercana, la soga de pronto se partió pero yo no claudiqué y seguí mi rumbo, sentí un dolor en el brazo y alguien desde abajo me gritaba y sin más aviso: caí.
   Abrí los ojos y estaba tirado en el piso, la silla tumbada sobre mi brazo, los libros caídos, y yo en medio del turno de Historia me había dormido.




    
     
                                       
                            

3 comentarios:

  1. jajajaja,vaya cansancio el del chico !!

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  2. tremendo "totazo".....solo cuando soñamos es que recordamos que estamos vivos y se va esa muerte que es estar vivos

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